Ocros, Ayacucho 2017.
La noche del 17 de enero de 1984, al promediar las 4am, una cuadrilla del grupo terrorista Sendero Luminoso, ingreso a la casa de la familia Morales mientras dormían. Sin motivo claro, esa noche asesinaron a cuatro adultos: Claudio Morales, Lucila Morales, Victor Morales y Catalina Limaco. Esto últimos tenían 5 hijos de entre 1 y 12 años, quienes presenciaron los asesinatos y luego tuvieron que convivir con los cadáveres durante 4 días, debido a la lejanía en la que vivían.
De los 5 niños presentes, dos migraron a España y no pudieron regresar al pueblo para el entierro de sus padres, una de las hijas, Liliana, falleció de un episodio de epilepsia a los pocos días de entrar en una crisis nerviosa tras encontrar los retratos de sus padres en casa de su tía Isabel. La única presente en el entierro, fue Aide, quien no regresaba al pueblo desde la matanza.
Este seria el tercer entierro de la familia Morales, el primero se dio a los pocos días en una fosa común, una año después los restos fueron trasladados al pueblo de Jacaspampa, pero no fue hasta febrero del 2017 donde se hizo una diligencia judicial para exhumar los cuerpos que permitirían establecer los hechos y judicializar el caso.